La obra escenográfica de
Ezio Frigerio (Erba, Italia 1930 - Lecco, 2022), también figurinista, se distingue por la genial articulación del espacio escénico, ejecutada a veces sobre planos diferentes, con el empleo de engaños perspectivos y reconstrucciones geométricas que utilizan a menudo elementos arquitectónicos (columnas, en particular).
Una articulación que a veces alcanza niveles de finura compositiva incomparable, donde se evidencia un notable interés por las interacciones con la luz de los materiales reflectantes y transparentes, a menudo de nueva experimentación.
Frigerio ha sido colaborador permanente con
Giorgio Strehler del 1955, con los primeros trabajos en calidad de figurinista para él
Piccolo Teatro de Milán, al 1997, año de la muerte del gran director.
De gran relieve sus numerosas colaboraciones con importantes producciones internacionales, también fuera del ámbito teatral: en el 1991 recibió una nominación al premio Oscar por las escenografías del film
Cyrano de Bergerac del director francés
Jean-Paul Rappeneau.