La exposición de 1986 fue muy amplia, se articulo en siete secciones y los 400 artistas presentes suponían el panorama contemporáneo de las artes visuales italianas, en todas las situaciones y las tendencias de la búsqueda artística.
La instalación diseñada por el estudio del arquitecto Luigi Pellegrin (1925-2001) tuvo una innegable pero discreta presencia, un marco ideal que revalorizo la exposición trabajando sobre la vanguardia de los contenidos, sin desviar la atención de los mismos.